La teoría del todo
cuenta la historia de Stephen Hawking. Sí, es otro biopic, pero nada que ver
con nuestro anterior comentario sobre "The imitation game". No es la
historia del físico la que se nos cuenta
sino que es la historia de unos sentimientos o, mejor aún, es una gran historia
de amor, amor como palabra total y no como los artificios de un enamoramiento,
amor total más allá del lado romántico de la palabra.
Al terminar de ver la
película lo primero que piensa uno es en lo bien que están sus dos
protagonistas. La interpretación tanto de Eddie Redmayne, en el papel de
Stephen Hawking, como de Felicity Jones, en el papel de su esposa, rozan la
perfección. Y lo hacen sin estridencias interpretativas, desde la serenidad y
la profundidad, llenando la escena con la justa densidad dramática en cada
momento. Y luego, con el paso del tiempo, se va asentando y nos va convenciendo
de que es una gran película, disimuladamente, sin pretenderlo.
Quizá pueda achacársele
que deje un poco de lado las teorías del famoso físico, que nos maraville con
sus novedosos planteamientos y sus destellos de brillantez (lo cual en este
tipo de biografías filmadas suele tener bastante éxito y nos hace adorar al personaje)
pero entendemos que habría trastocado la intensidad emocional el intercalar
demasiadas explicaciones científicas. Además el metraje de la película es
reducido para la cantidad de episodios por los que atravesó la vida de este
personaje, lo cual es de agradecer.
En definitiva, un gran
guión, una gran interpretación y una película entretenida que da mucho más de
lo que se espera de ella, aunque no sea espectacular, y que, con otras
competidoras, quizá habría sido una buena candidata a muchos premios.
Título original: The theory of everything.
Director: James Marsh
Actores: Eddie Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox, Emily Watson, Simon McBurney.
Año: 2014
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