viernes, 28 de febrero de 2014

Gravity

Si lo que quería esta película era hacernos sentir angustia, lo ha conseguido. El planteamiento existencial de esta película de principio a fin nos traslada al punto más agónico del ser humano que, más allá de perder la vida, pierde el contacto definitivo con la madre tierra y, por ende, con la humanidad. La sensación de ingravidez, perfectamente transmitida al espectador en todo momento, es fundamental para que nos creamos esta película y suframos (porque es una película de las que uno va a ver para sufrir con la protagonista).

La lástima es que, lo siento, pero Sandra Bullock no es supergirl. Lo que le sobran a esta película son planos de acción increíbles en el espacio. Creo que, simplemente suprimiendo esos planos, lo cual no habría restado dramatismo a la historia, se podría haber resuelto perfectamente igual este guión. Es un error tanto de planificación como de montaje aunque, como siempre en estos casos, la última responsabilidad la tiene el director.

Sin embargo, guión aparte, hay que reconocer que el trabajo de años que esta película ha requerido se nota en el resultado final. No son muchas las producciones que se arriesgan a un montaje espacial para rodar ya que las exigencias técnicas son mayores que en un rodaje normal y el proyecto no deja de ser una ruleta rusa para los productores de este tipo de films. Y para muestra bien vale un botón: Gravity ha sido rodada casi en su integridad en un cubo iluminado y rodeado de maquinaria con cámaras con los actores medio perdidos y dirigidos en cada movimiento sin saber qué tenían alrededor y acuciados por medidas milimétricas que restringían sus movimientos, lo cual era imprescindible para crear la situación de verosimilitud que demuestra la cinta, dado que, lógicamente, no se podía rodar en el espacio exterior.


Anecdótico es decir que George Clooney está como siempre, aunque en este caso no le resta ni un ápice de protagonismo a Bullock. Y no deja de llamar la atención, positivamente, que, una vez más, el director, Alfonso Cuarón, vuelva a sorprendernos con una película tan diferente a las predecesoras. Recordemos que entre los últimos títulos del realizador aparecen películas tan dispares como Hijos de los hombres, Y tu mamá también, Grandes esperanzas o una de Harry Potter, que nada tenían que ver entre ellas y, asimismo, con Gravity. Por eso es un director que nos gusta, porque demuestra que le gusta, no sólo el cine, sino hacer cine y arriesgar.

Por tanto, tenemos una película interesante, entretenida y sorprendente por momentos, con intensidad dramática y que nos hace con-vivir una experiencia extraordinaria con la protagonista. Lástima ese poquito que le ha faltado para ser una película redonda, pero está bastante bien, dentro de lo que cabe. Es una película que gustará pero acabará siendo olvidada, me temo.

En cualquier caso, tras la decepción de El lobo de Wall Street y La gran estafa americana, se perfila junto con 12 años de esclavitud como clara candidata para el oscar a la mejor película.

Título original: Gravity
Director: Alfonso Cuarón
Actores: George Clooney y Sandra Bullock

Año: 2013


sábado, 22 de febrero de 2014

La gran estafa americana


Cuando salí del cine, tras ver esta película, me sentía decepcionado y, al mismo tiempo, algo dentro de mí me decía, sin saber por qué, que esta película me caía bien. Lo que me pareció un contrasentido nada más verla, ahora resulta algo más claro. La película empieza de manera prometedora. En seguida nos atrapa la ambientación y el buen rollito setentero y empezamos a regocijarnos en el asiento. Las caracterizaciones y las interpretaciones son espectaculares para unos personajes que le dan un toque impresionista al clásico estereotipo del timador y la chica gancho, al corrupto de turno y al agente del FBI. Y todo ello aderezado con música, que juega un papel imprescindible en este producto tan sui generis.
Pero la película se pierde por el camino; el guión pierde toda su fuerza; la trama, la estafa y todo el paquete argumental al completo se debilitan tanto que dejan de importarnos. El film pierde toda la tensión y el espectador se pregunta qué está pasando porque, a pesar de ello, no puede dejar de mirar a esos personajes, no puede dejar de verlos como se mueven, como respiran, como caminan.
Lo que prometía ser una película de estafas, timadores, montajes y parafernalia de quita y pon, se queda sin cafeína y sólo nos deja a un puñado de actores haciéndolo realmente bien. Olvídense, por tanto, los más aficionados al género "estafalario" de títulos como "Nueve reinas" o "El golpe" (obra maestra imprescindible) porque, si van buscando ese tipo de cine, esta película les dejará con hambre.
Es una lástima que se hayan desperdiciado estas interpretaciones y esa maravillosa atmósfera al no haber encontrado el punto del guión y convertir la película en una obra maestra del género, aunque, como consuelo, adelantamos que el final es un final (y no digo más para no desvelar nada) y por lo menos arregla un poquito la cosa.
Básicamente pues, una película con un rollito que te atrapa, con unos actores que están para un óscar y que sin embargo no cuaja. Una verdadera pena.

Título original: American hustle
Director: David O. Russell
Actores: Christian Bale, Bradley Cooper, Amy Adams, Jeremy Renner, Jennifer Lawrence.

Año: 2013

jueves, 13 de febrero de 2014

Premios Goya 2014

La gala de entrega de los premios Goya 2014, que tuvo lugar el pasado domingo 09 de febrero, ha sido -y siento decirlo- la gala más sosa de todas las celebradas hasta la fecha. La decisión de elegir como presentador a Manel Fuentes quizá no fue la más acertada. Nos gusta este presentador y nos gustan los programas que hace, porque lo hace realmente bien. Pero, para este evento, quizá alguien más atrevido, con más acidez, le hubiese dado más vidilla a la ceremonia. Tampoco el guión fue nada innovador y los tonos comedidos en estas galas hacen que las mismas se alarguen y que todo el público esté deseando que se acerque el final para conocer a los ganadores de los grandes premios y poco más.
En cualquier caso, dejamos la lista completa de ganadores de una edición dominada por "Vivir es fácil con los ojos cerrados (película, director, actor, guión, actriz revelación y música original) junto con "Las brujas de Zugarramundi" que, además, del Goya de Terele Pávez como mejor actriz de reparto, se llevó otras siete estatuillas aunque de las "menores".


Mejor película: Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor director: David Trueba por "Vivir es fácil con los ojos cerrados"
Mejor actor: Javier Cámara por "Vivir es fácil con los ojos cerrados"
Mejor actriz: Marian Álvarez por "La herida"
Mejor Actor de reparto: Roberto Álamo por "La gran familia española"
Mejor actriz de reparto: Terele Pávez por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejor director novel: Fernando Franco por "La herida"
Mejor actor revelación: Javier Pereira por "Stockholm"
Mejor actriz revelación: Natalia de Molina por " Vivir es fácil con los ojos cerrados"
Mejor guión original: David Trueba por "Vivir es fácil con los ojos cerrados"
Mejor guión adaptado: Alejandro Hernández y Mariano Barroso por "Todas las mujeres"
Mejor director de fotografía: Pau Esteve Birba por "Caníbal"
Mejor director de producción: Carlos Bernases por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejores efectos especiales: Juan Ramón Molina y Ferrán Piquer por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejor sonido: Charly y Schmukler y Nicolás de Poulpiquet por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejor dirección artística: Arturo García Biaffra y José Luis Arrizabalaga por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejor diseño de vestuario: Francisco Delgado López por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejor Montaje: Pablo Blanco por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejor canción original: "Do you really want to be in love" de Josh Rouse, por "La gran familia española"
Mejor música original: Pat Metheny por "Vivir es fácil con los ojos cerrados"
Mejor maquillaje y peluquería: María Dolores Gómez Castro, Javier Hernández Valentín, Pedro Rodríguez y Francisco J. Rodríguez Frías por "Las brujas de Zugarramurdi"
Mejor película europea: "Amour", de Michael Haneke (Austria)
Mejor película Iberoamericana: Azul y no tan rosa, se Miguel Ferrari (Venezuela)
Mejor película de animación: "Futbolín"
Mejor película documental: "Las maestras de la República", de Pilar Pérez Solano
Mejor cortometraje de ficción: "Abstenerse agencias", de Gaizka Urresti
Mejor cortometraje documental: "Minerita", de Raúl de la Fuente
Mejor cortometraje de animación: "Cuerdas", de Pedro Solís García


domingo, 9 de febrero de 2014

Antes del anochecer


En la primera parte, "Antes del amanecer", a esa sorprendente película que era una gran conversación, le acompañaba una romántica jornada por Viena que se prolongaba hasta el amanecer, dejándonos con una gran incógnita de lo más romántico.

Nueve años después, el director Richard Linklater volvía a sorprendernos con una continuación llamada "Antes del atardecer" donde se nos desvelaba el desenlace que quedó pendiente en la primera película y a una nueva gran conversación se la acompañaba de un romántico paseo por París.

Ahora, en esta tercera entrega, otros nueve años después, ya no le queda mucho de ese romanticismo ni de esos maravillosos entornos para pasear. Ahora transcurre en Grecia, si bien los exteriores campestres podrían corresponderse con cualquier isla de medio mundo, el romanticismo a dado paso a lo cotidiano, al nivel más mundano y doméstico, y ya no nos quedan sorpresas por descubrir más allá de la trama del propio film.

Las conversaciones siguen gozando de una calidad propia del mismísimo Woody Allen y, esta vez, las tenemos a varios niveles: desde la conversación de las chicas en la cocina, a la de los hombres con vistas al mar, pasando por una conversación coral durante una comida que es magistral y, cómo no, la eterna conversación entre Céline (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke).

El tiempo ha pasado por ellos como lo ha hecho por nosotros como espectadores. Hemos madurado y envejecido con ellos y esa realidad temporal permite que las elipsis entre cada una de las películas sean perfectamente asumibles.

Película imprescindible para los seguidores de esta saga que, sin embargo, es mucho más flojita que las dos predecesoras y no nos deja nada por descubrir, lo que acaba decepcionando un poco (de hecho, al principio, la película flojea bastante). Lo cierto es que sólo un gran guión (merecida la nominación) y la magia de las dos anteriores películas, junto con la química que existe entre Delpy y Hawke,  salva a ésta del desastre.  Aquellos que no hayan visto ya "Antes del amanecer"  y "Antes del atardecer" absténganse de verla porque no comprenderán nada y sentirán mucho menos todavía.

 
Título original: Before mmidnight
Director: Richard Linklater
Actores: Julie Delpy, Ethan Hawke, Xenia Kalogeropoulou, Ariane Labed, Athina Rachel Tsangari, Seamus Davey-Fitzpatrick, Walter Lasally, Yannis Papadopoulos, Jennifer Prior, Charlotte Prior, Panos Koronis
Año: 2013

El lobo de Wall Street


Cuando uno se dispone a ver una película de Scorsese en la que aparece Leonardo di Caprio, sabiendo lo que sabe de los antecedentes de ambos combinados  -tanto la más flojita "El aviador" como "Gangs of New York", "Shutter island"  y sobre todo, el peliculón "Infiltrados"- tiende a esperar una película de la que años después sigamos hablando. Una película con un cierto calado, con un valor cinematográfico más allá del simple espectáculo audiovisual de entretenimiento al que muchos de los títulos de hoy en día quedan reducidos. Pues bien, esa madurez que esperaba, esa definitiva obra maestra, no es esta película, desgraciadamente.

Esto no quiere decir que sea una mala película, ni mucho menos.  Y esto puede afirmarse con rotundidad por dos razones muy básicas que hacen merecedora de una calificación muy positiva a cualquier película: el protagonista está monstruosamente bien y cada escena, individualmente considerada, es perfecta. Se preguntarán, entonces, dónde radica el problema. Y éste no es otro que el punto de vista. Algo tan simple como eso.

Leo Di Caprio, como viene siendo la norma desde hace ya años, está mejorando día a día, madurando interpretativamente, comiéndose la pantalla con cada personaje, con una entereza y una verosimilitud que traspasa. Y en esta película, a pesar de que el guión le exigía mostrarse sobrepasado, excesivo y hasta esperpéntico, no pierde el norte en ningún momento, interioriza tan bien lo que la película pretende transmitir que hasta da miedo pensar que lo que vemos es copia de una realidad. Sin duda, y a falta de ver las interpretaciones de Bruce Dern, McConaughey y Bale, merecido candidato al oscar.

Y no me entiendan mal, no se trata de una película en la que cada escena esté prefabricada y preparada para Di Caprio. Esta película tenía un objetivo claro, un proyecto que desarrollar, por el que el actor apostó y que, puesto en manos de Scorsese, ha llegado a buen fin. Pero el director ha hecho su trabajo y el actor le ha dado lo que le pedía, que ha sido mucho y bien.

Dejando aparte mi ferviente admiración por este director, cada escena es un prodigio y un delirio al mismo tiempo. La maestría está fuera de toda duda. Cada actor, cada ambientación, cada diálogo, está en su sitio y sentimos que nadie lo podría haber rodado de otra manera, que es lo que te suelen hacer sentir los grandes, por cierto.

Pero volviendo al punto de vista, lo que le pasa a esta película es que, al basarse en la historia real de su protagonista Jordan Belfort (despiadado broker que arrasó con todo lo que se le ponía por delante para dar rienda suelta a su vicio por acumular millones que le permitieran financiar su descontrolada y extrema vida) y en su libro autobiográfico, el margen de maniobra argumental es muy corto: no podríamos contar la historia de un boxeador sin mostrar sus combates, como no podríamos contar la historia de "Papillón" sin mostrar una cárcel y como no se puede contar la historia de Jordan Belfort sin drogas, drogas y más drogas, putas, putas y más putas, derroche, derroche y más derroche. Por tanto, había que contar lo que había que contar. Claro que, no hacía falta que todo esto durara tres horas. Y, quizá porque habría sido una mezcla de incierto resultado, las profundidades económicas bursátiles quedan bastante al margen de lo que se nos cuenta. Apenas pequeños trazos que se diluyen en la película y que no logran distraernos de lo único que nos dicen los 179 minutos de cinta: cómo os pasáis tíos!

Dicho todo esto, está claro que no vamos a encontrarnos con una película de Wall Street al uso. Olvidemos  aquel memorable Gordon Gekko de Michael Douglas, las estrategias de mercado, opas hostiles, márgenes de beneficios, compras-ventas-promesas que pasan tan rápido que no podemos entender siquiera qué está pasando, difíciles de digerir y que nos mantienen concentrados para poder comprender el final de la película. Aquí sólo hay montañas de polvos blancos, montañas de dinero, desmadres por doquier y otros vicios que sólo el dinero puede pagar. Y eso sin parar durante tres horas. Pero, aunque sea así, qué bien lo haces Martin!

 Así pues, película que entretiene, hasta hace reír, y, a pesar de sus tres horas, rodada con un buen sentido del ritmo, por lo que se pasa rápido. Pero, lo siento, no es una obra maestra ni nada parecido. Tan solo dijeron: "chicos, vamos a mostrar todo este desmadre". Y lo hicieron. Pero no busquen nada más.

Título original: The wolf of Wall Street
Director: Martin Scorsese
Actores: Leonardo di Caprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Matthew McConaughey, Rob Reiner, Jean Dujardin.
Año: 2013