Los descendientes quizá
deje un poco frio. Es una película que gusta ver aunque posiblemente la
olvidemos dentro de unas semanas. Puede que sea la producción lo que falló,
pero lo que es seguro es que la impresión final es de necesitar algo más para
ser una película redonda.
La base es un guión
excelente, de ahí su nominación al mejor guión adaptado (estatuilla que ya
consiguió la película de 2004 del director Alexander Payne por Entre copas)
pero a partir de ahí lo que mantiene la esperanza de que la película vaya
mejorando sin conseguirlo es la plenitud presencial del protagonista, interpretado
por George Clooney. Su trabajo es fabuloso (muy merecida su nominación), lleva
el peso absoluto de la película saliendo en la casi totalidad de planos y es
bastante creíble. Quizá el mejor papel de su carerra. Pero para hacer una obra completa hace falta algo más. No es
que se haya estropeado un buen guión al rodar la película, porque la película
supera el aprobado, es que parece que si se volviera a rodar y montar podría
hacerse mucho mejor.
En conclusión, creemos
que es una aceptable película, pero sobrevalorada, a la que le sobran unas
cuantas nominaciones (por lo menos dirección, película y sobre todo montaje) y
que esperamos que se sepa entender en su justa medida.
Título
original:
The descendants
Dirección: Alexander Payne
Reparto: George
Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause, Patricia Hastie, Matthew
Lillard, Judy Greer, Beau Bridges, Robert Foster, Barbara L. Southern, Mary
Birdsong, Rob Huebel, Michael Ontkean.
Año: 2011
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